ENSEÑAR EN ESCENARIOS DIVERSOS ( ÁREA NATURALES) LA ORGANIZACIÓN DE LOS CONTENIDOS DE CARA A UN FUTURO ESCOLAR EN ALTERNANCIA.
TRABAJO FINAL INDIVIDUAL
CURSANTE: Risso Griselda
El aspecto que me pareció más enriquecedor del curso fue la modalidad de trabajo grupal desde el principio del mismo. Eso nos permitió conocernos con compañeras de otras provincias e interiorizarnos de las diferentes realidades en cuanto a la organización escolar y la situación social de cada lugar. Todas coincidimos que esta pandemia generó en nuestros grupos de trabajo en la escuela diferentes problemas y desafíos y actualmente, finalizando este ciclo lectivo 2020 sentimos mucha inquietud por cómo nos organizaremos en 2021. A continuación voy a transcribir parte de la producción grupal de la clase anterior que representa los aspectos del curso que más me impactaron y en los cuales voy a seguir pensando:
“ Durante este curso reflexionamos acerca de cómo la pandemia nos obligó a repensar nuestras prácticas y puso de manifiesto cosas negativas como por ejemplo la desigualdad y otras muy positivas como las estrategias que desarrollamos los docentes para llegar a nuestros alumnos y lo rápido que lo hicimos, a pesar de las limitaciones tecnológicas en cuanto a lo material y al modo de emplear las nuevas tecnologías. La doctora Graciela Frigerio en el video de la clase 1 caracteriza muy bien este momento para la educación de nuestro país y el mundo: “Este es un tiempo para poder enseñar y para poder aprender otras cosas. Estamos teniendo que desaprender unos modos que estaban muy sedimentados en nuestras cabezas y en nuestras prácticas…Algo ha pasado muy especial en estos tiempos, algo que se había aflojado, apagado, extraviado de pronto apareció… reapareció, resurgió. Importantísimo era que hubiera escuela. No daba lo mismo que estuviera a que no estuviera, que funcionara a que no funcionara… Y con esto, volvió a destacarse algo que educadora y educador siempre afirmamos: un maestro, una maestra, no se sustituyen.... El hecho de que todo haya entrado en movimiento, que todo lo que parecía una variable fija, haya devenido en otra cosa, nos obliga a reconsiderarlo todo. Nos obliga a pensar por qué hacemos lo que hacemos para luego imaginar cómo haríamos lo mismo, u otra cosa, en un tiempo en que sorprendentemente estamos entre “ya no más” y el “aún no todavía…” Los efectos de este disloque que el virus produjo van más allá de las fronteras de la Argentina: en el mundo entero se detuvo la vida escolar, la vida social, la vida económica. La situación es excepcional, y nosotros no somos la excepción de lo que pasó en el mundo. A su vez, en un momento ya pensamos “bueno, ya no más, hay que volver a la normalidad”. Pero, ¿qué normalidad? ¿Estaba buenísima la normalidad anterior? Algunos no estamos tan seguros de que la normalidad anterior estuviera buenísima. Decimos que habrá una “nueva normalidad”. ¿Qué componentes tendrá esa nueva normalidad? Ahí habría algunas cosas a considerar, que no deberían volverse tan “normales” (en el sentido de habituales o naturalizadas). Algo que se puso en evidencia y que seguramente a ustedes les duele tanto como a muchos de nosotros, tanto como a mí, que es que la desigualdad caló hondo y se expandió como el virus. Es decir que algo que pre-existía a la pandemia, las desigualdades, adquiere de pronto una dimensión impresionante. ….. También nos pareció interesante como Flavia Terigi reflexiona acerca de nuestras inquietudes sobre la semipresencialidad en 2021 en el video de la clase 7 “Incertidumbre y re significación del tiempo escolar”. Allí plantea que lo que la mayoría de los docentes sabemos hacer es la enseñanza simultánea, “lo mismo, con todos y al mismo tiempo” y que esa forma de enseñanza no va a funcionar en un contexto en el cual no van a volver todos, no van a volver al mismo tiempo, no van a volver en las mismas condiciones y no van a poder asistir de la misma manera. La autora plantea la necesidad de corrernos de la idea de la sección escolar como la unidad mínima forzosa de la organización escolar y nos invita a pensar a los docentes de una escuela como los docentes de todos los estudiantes y a los alumnos como alumnos de todos los docentes de la escuela y empezar a pensar en agrupamientos y reagrupamientos de los estudiantes ya que a la escuela pre pandemia no vamos a poder volver por mucho tiempo y que sería un error hacer remedos de la sesión escolar “hoy con 15, mañana con 10 estudiantes , hoy vino este , mañana no vino el otro mientras la enseñanza simultánea avanza como si fuera una obra de teatro donde el público se mueve y el actor no lo registra. “El próximo ciclo lectivo nos invita a repensar nuestras prácticas y la incertidumbre que sentimos revela que había muchas cosas para pensar y quizás cambiar de la escuela de antes de la pandemia. Por ejemplo, el modo en que se conformaban los grupos de estudiantes, la falta de espacios de comunicación entre los profesores, la idea de un grupo de jóvenes aprendiendo todos de la misma manera y al mismo tiempo, el modo tradicional de evaluar, y muchas más. A través de este curso estuvimos reflexionando y encontrando nuevas herramientas para evaluar y pensamos que se debe rever la forma de evaluar en esta nueva normalidad y que sea de manera constructiva y positiva para el alumnos, por lo que planteamos que desde las actividades realizadas durante todo el año, las cuales se corrigen, se realizan comentarios siempre positivos para que el alumno siga aprendiendo desde sus errores y aciertos, se concluye en que la evaluación debe ser formativa con un alcance progresivo del alumno durante cada cuatrimestre. “ Personalmente me ayudó mucho el trabajo grupal de la clase 5, ya que el trabajo interareal será requerido durante el ciclo lectivo 2021 y todas coincidimos que nos resulta muy difícil trabajar de esta manera porque la mayoría de las veces el trabajo docente en secundaria es individual y no hay espacios para trabajar con otros colegas o para compartir inquietudes, experiencias, dificultades para abordar un tema, ideas etc. Tampoco tenemos claro los profesores qué significa un trabajo interdisciplinario , por lo general unimos actividades de cada una de nuestras materias y el resultado es un material que a veces hasta resulta confuso para los estudiantes ya que ese ensamble de actividades a veces no tiene mucha relación entre sí.
En el recorrido de la clase 5 estuve pensando en lo positivo del trabajo con problemáticas sociocientíficas , me resultaron muy útiles los ejemplos de los problemas planteados en los cuadernillos del programa “Continuemos estudiando”. Estuve mirando las propuestas de ese programa para los diferentes años de la escuela secundaria y descargué varios cuadernillos que me parecieron interesantes para el trabajo durante el próximo ciclo lectivo. En el trabajo de la clase 6 pudimos pensar actividades desde cada una de nuestras materias específicas partiendo de un proyecto que presentó una de las compañeras en la clase 3 y que elegimos para compartir con el resto de los colegas en la clase 4. El proyecto se titula “¿Basura o residuo? ¿Qué ves cuando me tiras?”
. Durante la clase 6 pudimos desprender diferentes actividades de ese proyecto original y fue muy positiva la elaboración de la actividad, ya que conversamos mucho en nuestro grupo de whatsapp e intercambiamos muchos puntos de vista e ideas. Uno de los videos que más me interesó fue el de Paola Roldán “Dar la clase por whatsapp”donde plantea que dar la clase, entre otras cosas es organizar el tiempo y garantizar y construir espacios de estudio y que en el contexto actual aparecen grandes dificultades para suspender el tiempo del afuera ,” un afuera difícil de sustraerse porque estamos atravesados por el espacio doméstico y es muy difícil la construcción y organización del tiempo de estudio”. También reflexiona acerca de lo complejo que es para los docentes desarticular algunas situaciones de conflicto entre los estudiantes que pueden suceder en las redes sociales que actualmente usamos en la escuela y como en las redes se genera a veces una vorágine de violencia entre los estudiantes que nos obliga a los docentes a pensar estrategias para afrontar la situación. Personalmente creo que las redes sociales nos ayudaron a sostener el vínculo con los estudiantes y eso es altamente positivo pero que tenemos que estar atentos a los posibles conflictos que puedan generarse a través de ellas y pensar modos adecuados para intervenir llegado el caso.
En el video de la clase 7 “ Reflexiones acerca de la evaluación” me parecieron interesantes las apreciaciones de los profesores referentes del curso acerca de pensar la evaluación como una herramienta para “ tomar decisiones didácticas y atender a la diversidad”y también la relación entre la evaluación y la desigualdad, por lo general “pensamos en un conjunto de alumnos en igualdad de condiciones para poder encarar las prácticas que nosotros proponemos y la pandemia nos mostró situaciones familiares muy desventajosas....no todos nuestros alumnos y alumnas están en igualdad de posibilidades para encarar no solamente las prácticas evaluativas sino también los procesos de enseñanza y aprendizaje. Esto que seguramente existía desde antes de la pandemia posiblemente quedaba invisibilizado en el aula material de nuestra escuela o no cobraba las dimensiones que cobra en estos momentos en donde esto se hace evidente a partir de las conexiones, las participaciones y las entregas de trabajos. Ante esto se impone una pregunta: ¿”Cómo calificar en este contexto? ¿Se pueden volver a pensar y utilizar los mismos instrumentos y formas de evaluación que utilizabamos en la presencialidad? ¿Podemos aún en la nueva presencialidad o alternancia acudir a las mismas formas de evaluación que teníamos anteriormente?” Estas reflexiones acerca del modo en que la pandemia puso en evidencia y profundizó las desigualdades me hicieron acordar a las palabras de Graciela Frigerio cuando decía que la “normalidad “ no estaba tan buena. Creo que cuando efectivamente volvamos a la presencialidad como antes de la pandemia, en 2022 o cuando sea no podemos repetir determinadas prácticas en el modo de evaluar, de pensar clases y de otros aspectos de la vida escolar.
Para finalizar quería compartir que me llamó mucho la atención el título del libro del que analizamos varios capítulos, “PENSAR LA EDUCACIÓN EN TIEMPOS DE PANDEMIA, Entre la emergencia, el compromiso y la espera”. Me parece que ese título refleja cómo nos sentimos muchos docentes durante este ciclo lectivo. La situación de emergencia nos obligó en poco tiempo a pensar estrategias para comunicarnos con los estudiantes, a repensar los proyectos áulicos, a sostener el vínculo y creo que con aciertos y errores estuvimos a la altura de las circunstancias. Con respecto al compromiso, la otra palabra del título, todos lo hemos asumido, pensando la mejor manera de llegar a nuestros estudiantes , tratando de adquirir las herramientas tecnológicas que a la mayoría nos faltaban, participando de las actividades presenciales de entregas de módulos alimentarios y de material de estudio impreso a pesar de lo estresante de la situación y del miedo al contagio , sobre todo al principio del aislamiento.
Y por último la espera….una espera llena de incertidumbre , pero también de esperanza. Creo que lo refleja bien Graciela Frigerio al final del video de la clase 1:
“Ni siquiera tenemos un reino,
y lo poco que tenemos,
no es de este mundo.
Pero tampoco es del otro.
Huérfanos de ambos mundos,
con lo poco que tenemos,
tan solo nos queda,
hacer otro mundo. "
Sin certeza alguna, pero con una gran convicción, yo creo que la educación algo tiene que ver con la posibilidad, con la posibilidad de hacer otro mundo. Quizá hasta un cachitín más justo… “.