Hedy Lamarr, la actriz que inventó el wifi
Nacida el 9 de Noviembre de de 1914 , Hedwig Eva Maria Kiesler , conocida en Hollywood como Hedy Lamarr , fue una reconocida actriz e inventora austríaca. Considerada popularmente como una de las actrices más bellas de Hollywood , Hedy Lamarr fue además una genial inventora que desarrolló, entre otras cosas , el wifi.
A pesar de que en la escuela los profesores comunicaron a su familia que Hedwig era una niña superdotada, y que cuando tuvo edad para ello empezó a estudiar ingeniería, al final la joven decidió aparcar sus estudios para dedicarse al arte dramático. Logró convencer a su padre de que la matricularse en la prestigiosa escuela del director de escena Max Reinhardt.Realizó pequeños papeles en distintas películas hasta que en 1932 saltó la polémica que la catapultó al estrellato. Hedwig protagonizó la película del director checo Gustav Machatý, “Éxtasis “ , en la que protagonizó el primer desnudo integral de la historia del cine .
El film fue tachado de escándalo sexual y recibió toda clase de censuras y condenas, incluidas las del Vaticano. Los padres de Hedwig quedaron horrorizados con las imágenes. Pero un magnate de la industria armamentística llamado Fritz Mandl quedó prendado de la belleza de la joven actriz y solicitó al padre de Hedwig permiso para poder cortejarla, pidiéndole la mano un tiempo después. Ignorando la voluntad de su hija, que deseaba seguir con su carrera artística, los padres accedieron a la boda creyendo que Fritz Mandl, mayor que Hedwig, podría reconducir a la joven por el buen camino.
CELOS, FASCISMO Y HUIDA
Pero Fritz Mandl sufrió unos celos enfermizos. Tanto que quiso hacerse con todas las copias de la película “ Éxtasis”. La obligó a acompañarle a todos los actos sociales y cenas de negocios a los que estaba invitado para no perderla de vista.
A pesar de que vivía rodeada de lujos, Hedwig odiaba sentirse como un trofeo y tener que pedir permiso siempre para hacer cualquier cosa. Aburrida de la vida que su marido la obligaba a llevar, Hedwig retomó la carrera de ingeniería que años atrás había dejado de lado para dedicarse el cine. Por su parte, Mandl mantenía estrechos lazos sociales y comerciales con el gobierno de Mussolini, al que vendía armas. Hedwig, astutamente, aprovechó las reuniones a las que su marido la obligaba a asistir para recopilar todo tipo de información acerca de la tecnología armamentística nazi. Según escribiría más tarde la propia Hedwig, tanto Mussolini como Hitler asistieron a las lujosas fiestas que se celebraron en casa de su marido, quien, pese a ser de origen judío, fue nombrado por los distintos gobiernos fascistas "ario honorario".
El continuo y férreo control al que se veía sometida la joven Hedwig llegó a ser tan insoportable, que durante un viaje de negocios de su marido decidió huir de su asfixiante matrimonio escapando por la ventana de los servicios de un restaurante –pero según otra versión, que ella misma cuenta en su autobiografía, al parecer administró un somnífero a su asistenta y pudo salir de su casa disfrazada como ella–. El caso es que consiguió llegar a la estación de tren y viajar hasta París. Hedwig tan sólo se llevó algunas joyas que le permitieran disponer de dinero en efectivo para poder seguir con su huida. Durante varios días se vio acosada por los guardaespaldas que le había puesto su marido hasta que llegó a Londres y pudo embarcar en el trasatlántico Normandie con destino a Estados Unidos. Durante la travesía conoció al productor cinematográfico Louis B. Mayer, el cual antes de que llegasen a puerto ya le había ofrecido trabajo. El único requisito que le pidió fue que se cambiase el nombre para que nunca se la pudiera asociar con la película “Éxtasis.” Así pues, Hedwig Eva Maria Kiesler se convirtió, en memoria de la actriz de cine mudo Bárbara La Marr, en Hedy Lamarr. En aguas del Atlántico firmó su contrato con la Metro-Goldwyn-Mayer.
Instalada
en Hollywood, Hedy
trabajó para el director de cine King Vidor en “Camarada
X “y
“Cenizas
del Amor” ,
para Jacques Tourner en “Noche
del Alma” ,
para Robert Stevenson en “Pasión
que redime” y
para Cecil B. Demille en “ Sansón
y Dalila” .
Con el estallido de la segunda guerra mundial , Hedy ofreció sus servicios al Gobierno de Estados Unidos ya que disponía de información privilegiada acerca del armamento del ejército alemán. Ubicada en el departamento de tecnología militar, Hedy se dio cuenta de que las señales de radio que guiaban a los torpedos de la armada norteamericana eran muy fáciles de interceptar. Fue entonces cuando elaboró junto con su amigo el compositor George Antheil un sistema de detección de torpedos teledirigidos. Inspirado en un principio musical, este funcionaba con 88 frecuencias, las equivalentes a las teclas del piano, y era capaz de hacer saltar señales de transmisión entre las frecuencias del espectro magnético. Los militares no supieron apreciar entonces la utilidad del invento que les estaba ofreciendo Hedy hasta que muchos años después, en 1962, se produjo la crisis de los misiles cubanos. Entonces la tecnología de Lamarr se utilizó para interceptar las comunicaciones y el control de los torpedos. A día de hoy este método se emplea para los sistemas de posicionamiento por satélite, como el GPS, y fue el precursor del wifi.
Al finalizar la Segunda Guerra Mundial, Hedy fundó su propia compañía cinematográfica con la que produjo y protagonizó algunas películas mediocres. Durante los descansos de los rodajes aprovechaba para seguir explorando su faceta de inventora, faceta que se mantuvo en secreto mientras fue una estrella de la Metro.
Su vida personal fue bastante desafortunada. Lamarr se casó seis veces y ya en el declive de su carrera cinematográfica cayó en el consumo masivo de pastillas y desarrolló una obsesión enfermiza por la cirugía estética.
Cuando finalmente llegaron los reconocimientos a sus capacidades y logros, ya era demasiado tarde. Su amargura había crecido hasta tal punto que cuando en 1997 le comunicaron la concesión del Pioneer Award se quedó imperturbable y comentó escuetamente: "It's about time" (ya era hora). En el verano de 1999, el Kunsthalle de Viena organizó un proyecto multimedia de homenaje a la actriz e inventora más singular del siglo XX.
EL FIN DE LA ESTRELLA MÁS BELLA
El 19 de enero del año 2000, esta actriz histórica (y con un cociente intelectual superior a la media) moría en Caselberry, Estados Unidos, a los 85 años de edad como consecuencia de una complicación cardíaca.
Como última voluntad pidió que parte de sus cenizas se esparcieran por los bosques de Viena . En la actualidad, en Austria, el Día del Inventor se celebra el 9 de noviembre, el día de su nacimiento, en su honor.
ACTIVIDAD:
a) ¿Qué aportes realizó Hedy Lamarr a la tecnología?
b) ¿Fue reconocida en su momento por sus inventos?
¿Qué situaciones de violencia de género identificás en su vida ?
Representa con un dibujo algún aspecto de su biografía.